Qué son los apoyabrazos

Los apoyabrazos son un tipo de mueble que está diseñado para proporcionar un soporte adicional en los procedimientos en los que el cliente tiene que mantener una posición fija durante un periodo de tiempo largo.

De esta manera, el cliente mantendrá en todo momento una posición estable para que el tatuador pueda trabajar, consiguiendo así que haya una mayor comodidad tanto para el profesional como para el cliente.

Esto también permite conseguir mejores resultados, con la ventaja de que se puede utilizar tanto en sesiones cortas como largas, siendo más útiles de estas segundas, puesto que con el paso del tiempo, consigue evitar movimientos innecesarios, reduce la tensión muscular y mejora la precisión en el trabajo.

Tipos de apoyabrazos para estudios de tatuajes

Principalmente podemos hablar de cinco tipos de apoyabrazos para estudios de tattoos:

• Apoyabrazos fijos: es el tipo de modelo más sencillo, y suele basarse en una estructura de soporte fija en cuya parte superior se encuentra el apoyabrazos. No permite los ajustes en inclinación o altura.
• Apoyabrazos ajustables: son más polivalentes que los anteriores, ya que se puede modificar la posición, a la altura y el ángulo para mejorar la comodidad del cliente y del tatuador.
• Apoyabrazos giratorios: son modelos especiales que, además de los ajustes anteriores, también permiten el giro, ofreciendo una mayor polivalencia y adaptación a tatuajes especiales.
• Apoyabrazos acolchados: son apoyabrazos más cómodos, ya que la superficie está diseñada con un tipo de acolchado más suave que reduce la presión en el brazo del cliente, lo que aumenta el confort y evita el adormecimiento en sesiones largas.
• Apoyabrazos integrados: también existen modelos que se pueden vincular a las camillas o sillas, lo cual permite ahorrar espacio al no requerir de un mueble adicional. Suelen ser de un tamaño más compacto pero con una buena ergonomía para garantizar la posición.

Por qué invertir en elementos de calidad

Las principales razones por las que se recomienda invertir en apoyabrazos de calidad son:

• Comodidad: un reposabrazos para tatuajes de calidad también será mucho más cómodo, lo que favorece la postura, la relajación y mejora los resultados, aumentando la satisfacción del cliente.
• Control: el tatuador podrá controlar mucho mejor la posición, favoreciendo a su vez la precisión durante el tatuaje.
• Durabilidad: al utilizar materiales de buena calidad, tendrán una vida útil más larga, aguantando el trabajo y el desgaste diario.
• Higiene: se trata de elementos más fáciles de limpiar y mantener en perfectas condiciones.
• Seguridad: están diseñados de manera que garantizan la máxima estabilidad, evitando las incomodidades, los movimientos involuntarios y las posibles lesiones.

Consejos para elegir un apoyabrazos

Para comprar un buen apoyabrazos para tatuajes y conseguir los mejores resultados, es importante tener en cuenta estas recomendaciones:

• Ajustes: es muy importante que el apoyabrazos se pueda adaptar a los diferentes trabajos que vayamos a realizar en el salón de tatuajes, garantizando la comodidad tanto para el tatuador como para el cliente. Dependiendo de los tipos de trabajo a realizar, lo más normal es que los apoyabrazos ajustables sean más recomendables.
• Confort: es muy importante que el apoyabrazos tenga un buen acolchado y esté recubierto con un material suave al tacto, en especial si realizamos sesiones largas.
• Estabilidad: deberá ser un modelo robusto y que mantenga la máxima fijación, evitando así que se mueva durante el trabajo.
• Materiales: se recomienda optar por materiales de buena calidad, que tengan una mayor vida útil y una mayor facilidad a la hora de limpiar y desinfectar tras cada sesión.
• Dimensiones: es importante optar por un modelo que tenga las dimensiones adecuadas para el entorno donde vamos a trabajar, ya que hay modelos más compactos para estudios más pequeños, y otros de mayores dimensiones que suelen ofrecer una mayor polivalencia.
• Estilo: también deberemos elegir un modelo adaptado a la estética de nuestro estudio, pero siempre dando prioridad a la calidad y comodidad por encima de todo.

Ventajas de los apoyabrazos al trabajar

Los apoyabrazos son uno de los elementos que más presentes están en los estudios de tatuajes profesionales, y es que presentan grandes ventajas que es muy importante tener en cuenta:

• Comodidad: tanto el cliente como el tatuador van a estar mucho más cómodos durante el proceso, incluso si se trata de sesiones largas en las que hay que mantener la misma postura durante mucho tiempo.
• Ergonomía: el tatuador podrá trabajar con una postura mucho más cómoda y menos forzada, lo que se traduce en una menor fatiga muscular y una mejor precisión a la hora de realizar los trazos.
• Movimientos involuntarios: cuando se está realizando un tatuaje, uno de los mayores riesgos a los que nos enfrentamos es al hecho de que se pueden producir movimientos involuntarios por parte del cliente, de manera que el apoyabrazos nos ayuda a mantener una posición fija y cómoda que evita la fatiga y sobrecarga muscular, lo que hace que sea mucho menos probable que se produzcan movimientos imprevistos.
• Facilidad: al utilizar un apoyabrazos, el tatuador va a controlar perfectamente todo el área de trabajo, lo que es muy importante cuando se realizan tatuajes muy detallados o en zonas más complicadas.
• Resultados: el cliente va a disfrutar de una mayor comodidad, una mejor experiencia y mejores resultados finales, lo que va a conseguir que esté más satisfecho y aumenten las posibilidades de que vuelva de nuevo en el futuro o incluso nos recomiende a terceras personas.

En definitiva, invertir en un apoyabrazos de buena calidad para trabajar en un salón de tattoos, es una decisión inteligente, ya que nos ayuda a generar una mejor imagen del equipo, facilita el trabajo, mejorar los resultados y, en definitiva, garantiza una experiencia mucho mejor para el cliente.